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Nueva herramienta para la trazabilidad de granos

El desafío de Argentina de ser un “supermercado del mundo” conlleva la necesidad no sólo de aumentar la cantidad de alimentos que produce el país, sino también su calidad; de manera de satisfacer las demandas de consumidores globales cada vez más exigentes y demandantes de información sobre dónde y cómo se cultiva la mercadería que llega a sus mesas.

“En muchos productos que son de consumo humano directo, como las legumbres o el maní, ya no sólo se impone el concepto de calidad física; es decir, el tamaño, calibre, diámetro, color o aspecto del grano. Ha comenzado a ser relevante también la calidad química, medida en función del Límite Máximo de Residuos (LMR) que pueden permanecer en el cultivo tras la utilización de defensivos agrícolas”, explicó el Ingeniero Agrónomo Adrián Poletti, de la consultora Incrementar.

Para hacer frente a esta demanda, Poletti diseñó un sistema informático denominado “Agtrace-food”, que permite llevar información completa sobre cómo fue producido y almacenado un alimento desde el barbecho hasta la poscosecha, lo que además de permitir un manejo más eficiente, brinda seguridad a potenciales compradores.

“Al software se lo alimenta dando de alta el lote con georreferenciación, al cual se lo aplica a una campaña productiva de un determinado grano con su respectiva variedad o híbrido. Luego, se van cargando las aplicaciones de defensivos desde el barbecho. Tras la cosecha, una vez cerrado el lote, se realizan análisis de laboratorio respaldatorios de las alarmas lanzadas por el sistema quedando guardada toda la trazabilidad”, agrega

Una vez dado de alta el productor y el lote respectivo, se cargan las aplicaciones realizadas, con el tipo de defensivo agrícola utilizado, la marca comercial y la dosis aplicada.

A partir de este punto, el sistema comienza a realizar un chequeo de la aplicación a través de un sistema de alarmas. La idea principal es que un operador de la firma contratante sepa, mientras el lote está siendo producido, si puede presentar problemas para cierto mercado comercial. Al quedar registros continuos de los principios activos utilizados, el programa permite planificar a lo largo de los
diferentes cultivos, de manera de optimizar la cantidad utilizada y de minimizar el riesgo de generación de resistencias.

Con toda esta información, el sistema puede lanzar “alarmas”para alertar sobre algún aspecto determinado o ratificar que la aplicación fue correctamente realizada. El sistema da información sobre los siguientes ítems:

-Si el LMR de registro del fitosanitario utilizado es superior,
igual o inferior en nuestro país que en la Unión Europea;

-Si la dosis de principio activo aplicada al cultivo fue correcta;

-Si se están respetando los días de carencia desde la últicairma aplicación hasta la cosecha;

-Si el principio activo usado no tiene registro;

-Si se trata de un principio activo que tiene autorización local pero no europea;

-Si es un principio activo prohibido por el Senasa o la Unión Europea.

Agtrace, además, aporta beneficios a la eficiencia y la productividad al momento de la industrialización. “El programa, en función de estos datos, sugiere cómo agrupar los lotes por variedad, híbrido y principio activo. El responsable de una planta de procesamiento puede ordenar así la mejor manera de almacenar el alimento y que tenga la misma traza”, cerró Poletti.

FUTURO. En 2018, el sistema monitoreó 10.000 hectáreas de garbanzo. Este año, serán 25.000. “Estamos trabajando sobre poroto común, poroto mung y chia, esperando sumar una importante área de maní para la próxima campaña”, amplió Adrián Poletti. Esta campaña fina será la segunda en que Agtrace ya se utilice en campos e industrias argentinos. El programa está habilitado para los cultivos de soja, maíz, trigo, girasol, maní, garbanzos, arvejas, porotos, arroz y chía. Además, están trabajando en la incorporación de nuevos cultivos como cebada y frutales, al tiempo que se busca convertir al programa en multi origen y multi destino, lo que va a permitir -de esta manera- evaluar en forma previa si el cultivo tiene problema potencial para un destino dado.

Fuente: Defrentealcampo